Hemos arribado una vez más a la finalización de un año y como es habitual realizamos un balance de lo vivido. El automovilismo brindó excelentes espectáculos en todas sus categorías, sean estas nacionales o zonales, con un creciente número de participantes en las grillas, con disputas permanentes por los puestos de cada competencia, y esto se vio reflejado en el numeroso público que visitó los autódromos.
El Turismo Carretera, por ser la categoría madre de nuestro automovilismo, no ha sorprendido, puesto que cada año es una muestra más de éxito, es la expresión del folclore con su colorido de autos, publicidades y público. La gente que rodea los escenarios son el componente más fuerte del arraigo popular del TC, con el humo de sus asados, con sus banderas de diferentes marcas mezcladas sin agravios, sólo con chanzas de unos hacia sus rivales, con respuestas de los otros a sus oponentes; con sus cánticos que mezclan a Ford, Chevrolet, Dodge y Torino, y a sus pilotos preferidos.
El TC Pista es el complemento del espectáculo y el paso previo para ascender a la categoría mayor, aunque con el paso de los años ha crecido tanto que tiene vida propia. Hoy el público del TC conoce los pilotos del TC Pista, sigue sus espectáculos, no se dispersa como lo hacía cuando la categoría nació, y además ha demostrado ser una buena vidriera para sus pilotos. El TC se renueva con las figuras del Pista, Juan Bautista De Benedictis es un digno campeón que traía la corono del TC Pista Mouras, Ezequiel Bosio por segundo año consecutivo logró el sub campeonato, Juan Marcos Angellini demostró porque logró lo mismo pero en la Fórmula Renault, y Josito Di Palma dejó en evidencia que no es un portador de apellido, sino que está para logros importantes dentro del automovilismo mayor.
En otro plano el Turismo Competición 2.000 brindó su glamour en cada presentación donde las principales terminales automotrices se muestran al país y al Mercosur. Hubo competencias que destacaron a la categoría de manera muy especial, como lo fueron los 200 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires con pilotos internacionales y la demostración del Williamas de Fórmula Uno manejado por un argentino, José María López. También brindó la posibilidad de ver un automovilismo distinto con la carrera en el circuito callejero de Santa Fé y en el óvalo de Rafaela.
La Top Race V6 fue la tercera de las categorías mayores que mostró autos de concepción moderna, con buena potencia, manejados por muchos de los pilotos de primera línea; aunque otros no estaban a la altura de lo que la categoría requiere. Algo atrás quedó el interés de quienes la dirigen de unir al fútbol con el automovilismo, tal vez con la sana intención de sumar público a través de las pasiones más fuertes que tenemos los argentinos.
El Turismo Nacional con sus dos Clases brindó excelentes espectáculos con su lucha permanente en todas las posiciones, con un número de participantes sumamente nutrido y pilotos de muy buen nivel conductivo entre los que se destacaron figuras como las de Tuero y Hang, por sus experiencias internacionales, sin desmerecer lo realizado por otros pilotos que también participan en otras categorías.
Un muy buen año para todas las categorías, sería muy extenso continuar con cada una de ellas, trataré en este blog de brindarles información centralizada de algunas zonales, o de nacionales que no tengan demasiada prensa, sólo porque el automovilismo es mi pasión y tengo la necesidad de volcar en algo lo que siento.
Más allá de lo ocurrido deportivamente, intentaré hacerles llegar detalles del contexto de las carreras, en especial del Turismo Carretera, categoría en la que trabajo junto a "Radio Vida" de Chacabuco.
Un abrazo para quienes visiten este blog y los deseos para todos en general, para que el nuevo año nos depare lo mejor, que nos brinde la posibilidad de poder desarrollarnos, de trabajar, de expresarnos y de disfrutar de buenos espectáculos.
¡¡¡FELÍZ 2007!!!
Luis Oscar Tolosa
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