sábado, 28 de marzo de 2009

CAMBIOS EN EL TC: TOLERANCIA CERO


FUENTE: CARBURANDO - www.carburando.com
27/03/2009 | 18:21 | AP

Análisis.-

El profesionalismo en el deporte blanquea y da por cierto que el automovilismo tiene cada vez menos componente lúdico y una mayor raíz económica y comercial. Esto pasa en todos los deportes masivos. Es decir, se corre por plata, se juega por plata, se hacen goles por plata. Esa es la verdad y no hay otra, por más que se quiera hacer entender que el deporte como deporte mismo sigue vivo.
Al haber dinero en juego se exigen resultados. Cuando los resultados no se dan, se exigen cambios. Con los cambios llega la ilusión de mejores producciones, y cuando no se mejora se vuelve a cambiar. Es una interminable ruleta en la que los tiempos son cada vez más cortos y la ansiedad por los resultados transforma el panorama constantemente.

Pasa con el fútbol, en un campeonato que cambió siete directores técnicos en sus primeras seis fechas. Ahora el automovilismo se ha contagiado, lamentablemente.
Con el alejamiento de Christian Ledesma del HAZ y el de Emiliano Spataro de Jorge Pedersoli inesperadamente el preparador de San Martín se quedó sin usuarios en el Turismo Carretera. Por otro lado, Carlos Laborito agregó dos nuevos pilotos a su larga lista de clientes de sus potentes motores Chevrolet.

Van recién tres carreras de la temporada y han sucedido muchos cambios en las estructuras, tanto de pilotos 'top' como en otros de menor renombre. Repasando las modificaciones, se tratan no sólo de motores sino directamente de equipos como en el resonante caso de Ledesma.
Hay casos de pilotos que han cambiado de motoristas como de calzoncillos, y en la desesperación por resultados terminan por gastar fortunas sin ni siquiera tener una alegría. La suba en los costos, que en muchos aspectos es imposible de frenar, también ayuda a los cambios constantes.

La falta de presupuesto, las presiones de los patrocinantes, la caída de ingresos y los elevados gastos de preparación y alquileres de motores funcionan como viento a favor para una maquinaria de cambios constantes en función del resultadismo extremo.
Repasemos: Ledesma se fue del HAZ con tres carreras y 12 puntos en el lugar 26º en el campeonato. Pasó a la órbita del JP Racing y dejó motores de Pedersoli por los de Laborito. Emiliano Spataro en tres fechas sumó 9,50 puntos y está 27º; también dejó a Pedersoli para tener impulsores de Laborito.
Juan Pablo Giannini está 40º con 4 puntos dejó su propia estructura y ahora tendrá asesoramiento del HAZ, como lo tuvo en gran parte del año anterior.
Juan Marcos Angelini corrió tres carreras con un Dodge del CVM Racing, no le fué como esperaba y desde Río Cuarto estará con el Chevrolet nuevo del JC (será compañero de Matías Rossi).

El caso de Mariano Werner también debe ubicarse en ese análisis. El de Entre Ríos inició el año con el Ford del Rush Racing y el equipo de José Micheli pero los resultados tampoco acompañaron. Los patrocinantes presionaron y Werner tuvo que cambiar. Desde la tercera carrera es compañero del Gurí Martínez con un Ford atendido por Avila y Tártara. Mal no le fue en Buenos Aires.
Leandro Iglesias es otro de los pilotos que deambula entre varios equipos buscando la mejor prestación. Acaba de dejar el DC Perfomance para correr con una Dodge de Jorge Alifraco desde Río Cuarto. Waldemar Coronas ahogado por falta de presupuesto dejará el Ford del equipo Mois, mientras que Roberto Del Bo volverá a cambiar de motores: esta vez probará suerte con impulsores propios con factura de Pablo Satriano.

Van recién tres carreras y todos estos cambios. Los resultados aprietan y las soluciones mágicas no existen. En el automovilismo son muchos los factores que se conjugan para tener un buen o mal resultados.
Pareciera que la variable de los motores es la más fácil de reemplazar. En todo caso es como con los DT en el fútbol: son el fusible menos costoso.
No está mal buscar cambios que siempre tienen la mejor intención. Lo que llama la atención es que en tan corto tiempo, la tolerancia y la paciencia se agoten con la misma velocidad que un motor a 9 mil vueltas...

Andrés Perco

Circuitos y Talleres

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