Pasó la undésima fecha del Turismo Carretera y con ella se perdió una esperanza más de una lucha de marcas. Chevrolet fue contundente y cinco autos de la marca se quedaron con esos primeros lugares de la clasificación en la final, además de haber ganado las tres series y las clasificaciones.
Para destacar quedó el triunfo de Mariano Altuna, que en esta oportunidad pudo festejar junto al público como se lo merece, puesto que ya había ganado en La Plata en 2005, oportunidad en que llegó segundo detrás de Traverso cuando este fue desclasificado por el peso de las bielas tres días más tarde.
No es novedad que el reglamento ha favorecido a Chevrolet y que algo había que hacer para que recobraran el protagonismo perdido el año pasado, pero lo lamentable es que con seguridad ha sido demasiado los 50 c.c. y el punto de compresión que tienen de más respecto al Ford y Cherokee.
Se perdió la lucha entre marcas que caracterizaba al TC, y también se perdió el interés por la lucha del campeonato, al lograr Cristian Ledesma, cómodo puntero, alejarse en cada carrera de su seguidor, Diego Aventín.
Este tal vez sea un año que quedará en el historial como el del "favor" a la marca Chevrolet, aunque en nada opaca la capacidad del equipo HAZ ni el talento de Ledesma. Pero hubiese sido mucho mejor que la lucha se extendiera hasta las últimas carreras como ocurría hasta ahora, y no que en la mitad del campeonato no hayan quedado dudas de quien sería el campeón.
El Turismo Carretera debe volver a la normalidad, a la lucha de marcas, con Torino y Dodge también. Río Cuarto fue evidente de que no se trata sólo de un auto, de un piloto y de un equipo, sino que quienes hayan trabajado bien también pueden ganar, como en el caso de Emiliano Spataro y Guillermo Ortelli. ¿O me apresuro mucho y hay que esperar hasta fin de año para saber si Ford, Dodge y Torino pueden volver a ganar?
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