domingo, 1 de abril de 2007

LAURA Y LA MEJOR MANERA DE GANAR AMIGOS: SU SIMPATÍA Y SUS MATES


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La matera

Muchas veces, cuando me ven pasar por los boxes de los autódromos argentinos (con el mate en una mano y el termo en la otra), los que me conocen me pegan el grito: "Che matera, convidame un mate", y al calor del amargo con cedrón y peperina algún forastero pregunta quién soy.

Es precisamente en ese momento cuando comienza el relato (en un tono entre admiración, sorpresa y rareza): "Ella va a todas las carreras". y me miran con aire de complicidad para que continúe la historia.

La historia es sencilla, de chiquita miraba las carreras junto a mi papá. Él nació en Pigüé y esa hincha de Mario Gayraud ya que había ido al jardín de infantes con su padre. Los domingos al mediodía, mientras almorzábamos, cumplíamos con el ritual del almuerzo en familia y la carrera de fondo. Así, domingo tras domingo fui adquiriendo "preferidos" en la pista (sea porque el auto azul era bonito o el bonito era el que llevaba el antiflama puesto).

Las vueltas de la vida me alejaron por cuestiones laborales de la posibilidad de tener un televisor prendido los domingos a la mañana, fue cuando por el lapso de 5 años perdí el contacto con el deporte mecánico. Al recuperar los fines de semana libres, retomé la costumbre de mirar las carreras, sin importar categorías, series o finales. Las miraba porque me gustaban, y punto, no había otra explicación.

Fue en el año 2002, cuando un caluroso fin de semana de verano, mi madre me invita a pasar un fin de semana a Mar de Ajó; "Venite a pasar el fin de semana, vas a la playa el sábado y el domingo ya que te gusta ves la carrera que corre el Turismo Carretera acá en el autódromo".
Sin tener mucha idea de horarios y rutinas clasificatorias, le pedí a una amiga que me hiciera la "pata" y silbando bajito pisé por primera vez un autódromo. Fue a partir de ese momento, cuando escuché en vivo y en directo el ruido del motor, que me hice adicta a esta pasión. A partir de ese momento me interioricé sobre las diferentes categorías, los sistemas de clasificación y competencia, las diferencias entre un auto y otro, los pilotos que corrían, en fin, todo lo relacionado con el automovilismo.
Esta vez fue el estudio el que me impidió seguir a mi nueva pasión de cerca. Al cursar la facultad los sábados a la mañana y a la tarde, no me quedaba otra que seguir las carreras solamente los domingos por la tele.

Una vez recibida y habiendo terminados todos los cursos y cursillos que tenia que hacer, me dediqué a recorrer los autódromos más cercanos para ver las carreras, ya era el año 2004 cuando por primera vez con mi termo y mi mate me metí a boxes a ver de cerca "los bichos".

¿Cómo me convertí en matera? Simple, por otro pigüense, esta vez fue Sergio Alaux (en casa piloto nacido en Pigüé, piloto que somos hinchas) y la relación con mi abuelo (su abuelo era cliente de mi abuelo cuando ellos vivían). Un día me presenté junto a mi papá en su box y nos pusimos a charlar, mate de por medio surgió una cierta amistad. Así fue que comencé a cebar mate al equipo, al equipo de al lado, al de más al lado, al de enfrente, a los periodistas, a los de seguridad y cuando quise acordar todo el mundo me conocía como la matera.

¿La página? nació un poco por cholulismo. Comencé a coleccionar fotos de "pilotos tomando de mi mate" y fue el fotógrafo Cholo Cano el que me empezó a dar manija que mi aporte (sobre todo en invierno) era muy importante para mantener el espíritu del laburante. En ese momento nació la frase "Vení, tomate un mate", que la repetía una y otra vez al ver pasar a alguno preocupado o muerto de frío.


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Mateo

Muchos me preguntan con quien voy a las carreras y yo les respondo "Vine con Mateo".
Los amigos en ese momento sonríen cómplices, los no amigos se quedan callados pensando quién podrá ser el dichoso Mateo.
A veces creen que me acompaña mi padre, mi esposo, mi hermano (hasta han pensado que era mi hijo). Pero no, Mateo es mucho más que un ser humano, es mi auto.
Así es, Mateo Rodado, es el nombre que le puse desde el primer kilómetro que me acompaña por las rutas argentinas. No se cansa tanto como mi padre, es más fiel que un esposo, más compañero que un hermano y me saca más plata que si tuviera un hijo... (pero ese es otro tema).

Para los que les gusta viajar, más allá de las carreras que las uso como excusa, preparé esta sección con resúmenes fotográficos de cada uno de los viajes que realicé para cada una de las carreras que fui a ver.
Espero que les guste y que lo disfruten tanto como yo.



Circuitos y Talleres

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que bueno que me hayas publicado!!!
Invita a tu gente a conocer http://www.venitomateunmate.com.ar
Saludos cordiales y nos mantenemos en contacto!!!!
Lauru

Unknown dijo...

¡Al contrario, el agradecido soy yo!, no todos los días uno encuentra una persona como vos, simpática, apasionada por el automovilismo, y con la particularidad de sumar cada día nuevos amigos, a través de este símbolo de amistad que es el mate. Felicitaciones por tan original emprendimiento y espero tomar algunos en Comodoro Rivadavia.

Un beso, cariños y hast todo momento Lauru.

Luis.