Créditos: Carburando.com
La Fórmula Uno baraja la alternativa de un nuevo proyecto de reglamente técnico para 2013 que contará, entre otras cosas, con el retorno de los motores turboalimentados, el 'efecto suelo' y la reducción del sustento de los alerones en aproximadamente un 65 por ciento.
De esta manera, las autoridades buscarán el espectáculo alcanzado a principio de los '80. Los monoplazas contarían con pontones laterales más largos para alojar tubos Venturi que generarán buenas dosis efecto suelo, mientras que los alerones perderán mucho del protagonismo que tienen en la fisonomía de los monopostos desde la implantación del fondo plano en 1983. Los planes de la FIA incluyen la obligación de configurar de los motores con cuatro cilindros en línea y un cubicaje de 1.6 litros, mientras que el tamaño de los depósitos de combustible también estará férreamente limitado.
La idea de la Federación es que los motores entreguen unos 650 caballos, aunque los pilotos podrán complementar la fuerza de su motor térmico con el aporte de un KERS de 162 caballos durante varios segundos por vuelta. Lo que seguro volverá será el sonido bronco de los motores, ya que el régimen de giro estará limitado a 12500 vueltas, los cilindros serán un 25 por ciento más grandes que los actuales y el sistema de escape será forzosamente distinto.
Por el momento no se estableció un límite en la presión del compresor, aunque no podrá ser muy elevada ?al menos en carrera? si los coches tienen que reducir sus consumos en un 35 por ciento.
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