jueves, 16 de abril de 2009

LATVALA SE SALVÓ POR LA SEGURIDAD DE SU AUTO


FUENTE: CAMPEONES - www.campeonesnet.com.ar

Los actuales WRC son auténticas cámaras acorazadas gracias a la jaula de gruesos tubos que rodea a piloto y copiloto y les permitió salir ilesos de 17 vueltas de campana

Una, dos, tres... así hasta diecisiete vueltas de campana barranco abajo. Las imágenes del accidente sufrido por Jari Matti Latvala en el pasado Rally de Portugal impresionan, pero lo más sorprende es que tanto él como su copiloto no sufrieron consecuencias físicas tras un golpe tan brutal.

Los coches actuales son cámaras acorazadas, el habitáculo de Latvala no se deformó gracias a la jaula de gruesos tubos que le rodea, y su cuello no sufrió por la obligatoriedad desde 2004 del sistema HANS, que protege del latigazo cervical.

A pesar de tratarse de una especialidad peligrosa, en la que coches en apariencia normales discurren entre árboles y al filo de barrancos a más de 200 km/h, el saldo de víctimas en el Mundial es muy bajo. Pasada la época de los potentes grupo B, con varios accidentes mortales, los fallecidos desde entonces han sido escasos.

De la etapa moderna, sólo hay que lamentar las muertes de dos copilotos, Roger Freeth, compañero de Possum Bourne en Australia, y Michael "Beef" Park, navegante de Markko Martin, en el RAC de 2005. En ambos casos fueron choques laterales, la materia en la que más se ha trabajado últimamente, incorporando al final de 2008 un nuevo asiento con mayor protección lateral, y en 2009 un refuerzo de carbono y espuma para las puertas de piloto y copiloto.

mr

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